jueves, 25 de junio de 2009

MILENIO 25/06/09


ZONA VIVA

Collec-Art, el evento bimestral organizado por el coleccionista de juguetes antiguos, el arquitecto Roberto Shimizu (ver: collecart.blogspot.com), atrae la atención sobre un punto importante dentro de la reflexión de los espacios urbanos dedicados al arte. Nos confirma en primer lugar, que los espacios más vivos siempre son los que tienen tendencia hacia lo informal, a diferencia de aquellos que son de carácter institucional. La informalidad es efímera y frágil, además los elementos que la definen cambian en cada ocasión. Collec-Art se lleva a cabo desde hace más de un año en una fábrica en desuso, en la colonia Doctores, fuera pero cerca de las áreas de moda para los artistas: el Centro historico y las colonias Roma y Condesa. En el evento se mezclan de modo relajado, sin demasiado rigor, manifestaciones artísticas: exposiciones de arte visual, música, teatro, cine; con módulos comerciales: puestos de comida, revistas y juguetes usados y antigüedades de la era moderna. Las instituciones artísticas en muchos países han seguido la tendencia marcada por los espacios independientes gestionados por artistas y espacios de ocupación. Hay multitud de ejemplos, pero los más conocidos son el P.S.1 en Nueva York y el Palais de Tokyo en París. Dichos espacios son similares formalmente a aquellos en los que están inspirados. Sin embargo, dado su profesionalización y compromiso institucional, derivado de sus financiamientos y programas curatoriales, pierden la vitalidad de la improvisación que les dió origen. Un fenómeno como Collec-Art y el Mujam, es posible que conserve esta informalidad por poco tiempo, ya que tiende a crecer paulatinamente, hasta que quizá se convierta en un espacio permanente e institucionalizado. Iniciativas como ésta surgen periódicamente en una ciudad como la nuestra, donde la combinación entre creatividad y precariedad genera la energía necesaria para su existencia. Hay que aceptar que el destino de los fenómenos urbanos urbanos contingentes es efímero y aprovechar para gozar de estas oportunidades mientras se conserven intactas.
Lorenzo Rocha

jueves, 18 de junio de 2009

MILENIO 18/06/09


ZONA DE DESASTRE

En México en general, pero más intensamente en nuestra ciudad, parece que nos resistimos a aplicar planes y estrategias que excedan el tiempo que duran los sexenios presidenciales. El sismo de septiembre de 1985 suscitó la realización de exhaustivos estudios sobre las razones por las cuales su intensidad y período fueron tan dañinos para los cerca de 400 edificios que colapsaron, provocando la muerte a más de 20,000 personas. El regalmento y normas técnicas de construcción se modificaron y fueron respetados rigurosamente por algún tiempo, pero tal desastre debió haber servido también para un replanteamiento a largo plazo del futuro de la tercera ciudad más poblada del mundo. El doctor Cinna Lomnitz, uno de los mayores expertos sismológicos del mundo, quien trabaja en el Instituto de Geofísica de la UNAM, hace una reflexión muy interesante: “Los desastres son fenómenos inesperados que ocurren en la frontera entre la naturaleza y la sociedad y que pueden evitarse mediante un conocimiento científico más sistemático y a través de una acción política y social concertada”. En México lleva operando por más 20 años el Sistema Nacional de Protección Civil que depende de la Secretaría de Gobernación, éste es el único indicio de una voluntad de atención a los desastres, que va más alla de los períodos sexenales. Sin embargo, la ciudad de México es casi tan vulnerable como hace dos décadas ante calamidades como el mencionado terremoto, las enfermedades respiratorias derivadas de la contaminación atmosférica y la escasez de agua potable. Acciones tan sencillas como la creación de incentivos fiscales para la instalación de industrias y servicios en otros puntos de nuestra geografía, paralelos a un impuesto especial para quienes decidamos permanecer en la Zona Metroplitana del Valle de México, de haber sido aplicadas hace años, ya tendrían efectos positivos frente a la desproporción de esta concentración humana ¿Habrá que seguir esperando a nueva catastrofe para comenzar decidamente a la descentralización de la vida económica y política del país?
Lorenzo Rocha

miércoles, 17 de junio de 2009

ENTREGA FINAL


A continuación se encuentran las fotos de los trabajos finales de Taller experimental básico. Invito al grupo a subir fotos de otros trabajos, a partir de ahora este blog queda en sus manos. Les deseo gran suerte en el resto de sus carreras.
Lorenzo Rocha

Abril

Anahí-Loretta-Livier

Diego

DULCE PAISAJE (Ana Paulina-Erika-Rafael)

Eliane-Violeta

TUNEL DEL INFIERNO (Gianna-Jaime)

Javier

SENSORAMA (Elian-Maria José-Sandra)

Tomás

viernes, 12 de junio de 2009

MILENIO 11/06/09


HABITACIÓN

En muchas ocasiones se ha reiterado que el espacio es la materia prima de la arquitectura, sin embargo, pocos teóricos han podido separar lo tangible de lo intangible dentro de la práctica edilicia. En pleno modernismo, en diciembre de 1949, el filosofo post-estructuralista Martin Heidegger dicta en Bremen, una conferencia titulada “La Cosa”. En ella explica la parábola de la jarra, una disertación sobre el carácter relativo de lo que entendemos como realidad. De ella se desprende el siguiente párrafo:
“La pared y el fondo de los que consta la jarra y gracias a los cuales la jarra se mantiene en pie no son propiamente lo que acoge. Pero si esto último descansa en el vacío de la jarra, entonces el alfarero, que con el torno da forma a la pared y al fondo, lo que hace no es propiamente la jarra. Lo único que hace es moldear la arcilla. No moldea el vacío. Para él, hacia él y a partir de él moldea la arcilla dándole una forma. El alfarero lo primero que hace, y lo que está haciendo siempre, es aprehender lo inasible del vacío y producirlo en la figura del recipiente como lo que acoge. El vacío de la jarra determina cada uno de los gestos de la actividad de producirla. La ‘cosidad’ del recipiente no descansa en modo alguno en la materia de la que está hecho, sino en el vacío que acoge.
Pero ¿está realmente vacía la jarra?”
Dentro de un orden similar de ideas podríamos decir que una habitación no se forma solo de los materiales con los que está construida, una pila de ladrillos y cemento son ciertamente diferentes de lo que comprendemos como habitación. Es necesario considerar el espacio invisible, vacío y silencioso rodeado de toda esa forma para tener una habitación. Sin la nada no hay habitación.
También Heidegger decía: “Sólo si somos capaces de habitar, solamente así seremos capaces de construir”, pero ¿que significa ser capaz de habitar? Fundamentalmente, la capacidad para habitar el espacio es el nivel de conciencia que un individuo puede adquirir en cuanto a las características de su estancia en el mundo, sobre la tierra y bajo el cielo.
Lorenzo Rocha

jueves, 4 de junio de 2009

MILENIO 04/06/09


SENTIR LA ARQUITECTURA

El premio Pritzker de arquitectura, es la distinción anual más prestigiosa a la que pueden aspiran los arquitectos. Este fin de semana fue otorgado al arquitecto suizo Peter Zumthor (Basilea, 1943), en el Palacio San Martín de Buenos Aires. El laureado es sin duda autor de una arquitectura estética, no precisamente por la belleza de sus obras, sino por su profunda componente sensorial. La experiencia estética que se obtiene al visitar una de sus más célebres obras, las Termas de Vals, es inigualable, ya que incluye estímulos táctiles, olfativos y hasta gustativos, no solamente visuales y auditivos, como en el caso de la mayoría de las obras de arquitectura. Las termas son unas piscinas de aguas minerales situadas al pie de una alta montaña, Zumthor celebra la vista humana con un manejo cenital de la luz natural, el oido con el sonido de las cascadas del agua que está en constante circulación, el tacto con las texturas de los muros y con pozas que van de los 14 a 42 grados de temperatura, el olfato en una tina llena de pétalos de flores y el gusto en una fuente donde se puede beber el agua de manantial. Además de obras como ésta, el arquitecto ha escrito importantes textos como “Pensar la arquitectura” (Editorial GG, 2004), en sus escritos es claro que para él, todo detalle es importante en un proyecto. Describe los materiales y experiencias espaciales con una profundidad que transmite su altísima sensibilidad, para Zumthor es importante hasta la sensación de un piso de piedra rugosa bajo nuestros pies.
Frecuentemente se ha calificado a este premio como un equivalente al “Nobel en arquitectura”, sin embargo, los arquitectos distinguidos con anterioridad tienen importantes inconsistencias en cuanto a la profundidad de su obra. La arquitectura es un arte teñida inevitablemente por la política y el comercio, por esta razón, su más distinguido premio ha equiparado a arquitectos de la densidad de Barragán, Siza, o Rossi; con arquitectos tan superficiales como Gehry, Hadid o Mayne.
Lorenzo Rocha

viernes, 29 de mayo de 2009

jueves, 28 de mayo de 2009

MILENIO 28/05/09


JARDÍN RADIAL

Lugar Cero, un nuevo espacio cultural al aire libre auspiciado por la Fundación del Centro Histórico, ha sido inaugurado con la instalación de Jerónimo Hagerman titulada: “Aquí y ahora, jardín radial”. El lugar se encuentra junto al atrio de la iglesia de San Francisco, al pie de la Torre Latinoamericana. La intervención es realmente acertada, ya que la creación de un espacio verde –aunque sea temporal– es algo que agradecen infinitamente los visitantes y habitantes del centro historico. Por otra parte, la obra de Hagerman es una profunda expresión de la naturaleza, que está llena de fenómenos radiales, como las ondas que provoca una gota de lluvia al caer sobre el agua. También nos recuerda el modo de crecimiento del universo, que es infinito desde lo microscópico hasta lo macroscópico. En cuanto a la reflexión de los patrones de organización radial de la naturaleza, desde los microbios hasta las galaxias, el trabajo de Hagerman tiene muchos puntos en común con el documental “The Powers of Ten” (en español: “Los poderes del diez”), filmado en 1968 por Charles y Ray Eames. La película comienza con un acercamiento extremo de la piel de una mano humana que se va alejado cada diez segundos hasta llegar a una vista espectacular de todo el universo. El jardín radial de Hagerman, visto desde lo alto de la torre, bien podría ser una colonia de líquenes vistos a través del microscopio, en lugar de un espacio verde a escala urbana. Respecto al “Aquí y ahora” dentro de la obra de Hagerman, es adecuado recordar lo que escribió Martin Heidegger: “Quien construye, hace salir de lo oculto aquello que hay que traer-aqui-delante mediante: material, forma, finalidad y efecto”. La instalación confronta a las plantas con elementos artificiales como tambos metálicos y pneumáticos reciclados (curiosamente: “llantas radiales”), que los contextualizan en el entorno urbano. No cabe duda que este jardín trae ante nuestra presencia el vasto universo poético que evocan las cosas naturales.
Lorenzo Rocha

jueves, 21 de mayo de 2009

MILENIO 21/05/09


HUERTO URBANO

En el contexto de la exposición “Azotea Jardín” realizada en el espacio de una azotea del centro historico, durante los meses de julio y agosto de 2004, Arturo Pérez construyó una instalación en la cual se dedicó a cultivar hortalizas. En sus propias palabras: “Saber cultivar una hortaliza para la propia sobrevivencia es una idea que me intresa desde hace mucho tiempo. Durante un desastre o una hambruna, yo puedo sobrevivir si sé cómo descontaminar agua o cultivar mi propia verdura. Por higiene es también por lo que he comenzado este huerto, hoy en día casi toda el agua de riego está contaminada. A través de la improvisación comencé a realizar un jardín movible, una especie de ‘huerto en el asfalto’. A mi me gusta la ‘soledad activa’, trabajar solo pero sin cesar la actividad. Esta azotea me provoca una gran inspiración” (entrevista publicada en la revista [ESPACIO] volumen I, mayo de 2005). Desde entonces han pasado cinco años y se ha hablado mucho de la necesidad de azoteas verdes para mejorar las condiciones ecológicas de la ciudad de México. Sin embargo, un jardín privado genera solamente costos, desde su instalación hasta su mantenimiento, el concepto de beneficio ecológico aun no ha permeado lo suficiente en la conciencia de los ciudadanos para que inviertan sus recursos para conseguirlo. En cambio, los huertos urbanos (en azoteas o patios), aunque requieren una inversión inicial, después generan un gran ahorro en la compra de verduras para el consumo de los habitantes de cualquier edificio habitacional, además de que el riego de éstos puede solucionarse con la recolección de aguas pluviales. El beneficio ecológico se mantiene, mejora la calidad del aire y la humedad, disminuye el reflejo de la radiación solar que mitiga el calentamiento global. Adicionalmente, una iniciativa como esta también contribuye a aliviar la crisis económica, por lo menos a nivel familiar. Por ello no dudo en decir que de proyectos similares se trata el concepto de la auténtica sostenibilidad.
Lorenzo Rocha

jueves, 14 de mayo de 2009

MILENIO 14/05/09


CRISIS DEL ESPACIO PÚBLICO

La situación de emergencia sanitaria por la que acabamos de pasar, si bien ha sido muy dura para la población –sobre todo aquella que ha sufrido las consecuencias directas de la enfermedad– puede tener una parte positiva si somos capaces de aprender algunas de las lecciones que nos ha dejado. La más importante de éstas podría ser la necesidad de relativizar lo que consideramos normal, respecto a una situación de emergencia. Durante los 17 días que duró la alerta máxima, vivimos una especie de “suspensión de los derechos de proxemia”, que incluyó la clausura temporal de toda actividad que propiciara el contacto humano. Gradualmente la situación vuelve a la normalidad, el lunes se reabrieron las escuelas primarias, último paso del reestablecimiento de todas las actividades urbanas habituales. Sin embargo, en lo que respecta al estado general del espacio público de nuestra ciudad, parece que la calidad de vida durante la situación de emergencia en general era mucho mejor que en condiciones normales. Durante poco más de dos semanas, el aire que se respiraba en el Valle de México estuvo notablemente más limpio, condición determinante para evitar las enfermedades respiratorias, además de muchos otros inconvenientes que presenta la vida cotidiana en la Ciudad de México. Por mencionar sólo algunos, principalmente los relacionados a la neurastenia que deriva del tráfico, o del cierre de calles por manifestaciones.
¿Qué debemos hacer cuando nos damos cuenta de que nuestra situación normal presenta aspectos de bienestar inferiores a los de una situación de crisis?
Quizá sea el momento de poner sobre la mesa de discusión, un plan radical para mejorar la zona metropolitana del Valle de México. Parece aclararse con el paso de los años, y los repetidos desastres naturales y humanos, que una concentración de población de estas dimensiones, tiene un potencial constante de generar circunstancias de crisis como la que vivimos en estos momentos. Es vital que el gobierno busque, junto con la sociedad, un mejor equilibrio en la distribución de la población dentro del vasto territorio nacional.
Lorenzo Rocha

jueves, 7 de mayo de 2009

MILENIO 07/05/09


ANTI-MONUMENTO

Mientras mis colegas, arquitectos y críticos, discuten acerca de la forma que debería tener el monumento al Bicentenario de la Independencia de México (arco o torre), pienso que conviene dar un paso atrás y discutir el fondo que motiva dicha iniciativa, que de llegar a construirse, tendría un impacto importante sobre el espacio urbano.
Cuando nuestro país cumplió cien años de vida independiente y se encontraba inmerso en una dictadura terrible, Porfirio Díaz ordenó la construcción de la Columna de la Independencia, que conocemos como “El Ángel” (1910). En aquella época la lógica del poder político imponía la construcción de monumentos que pudieran demostrar el poder del tirano, capaz de desafiar a la fuerza de gravedad mediante la construcción de la estructura más alta de la ciudad. Si esa es la lógica que motiva la construcción de la actual torre, estamos obligados a revisar la pertinencia de sus fundamentos, desde la propia convocatoria al concurso de arquitectura para el arco. En otro período de nuestra historia que también duele conmemorar, se aprovechó una estructura abandonada del porfiriato para convertirla en el Monumento a la Revolución (1938), que el PRI y su gobierno “democrático-dictatorial” impuso como símbolo del movimiento armado que derrocó a su antecesor para instalar un régimen que se mantuvo en el poder por todos los medios posibles, a lo largo de 70 años. Desde que comenzó el siglo XXI, entramos en una alternancia democrática que ha abierto las esperanzas de un país realmente independiente (tanto del exterior como de las oligarquías nacionales), por eso es pertinente conmemorar la fecha de 1810. Sin embargo, no es coherente hacerlo con un símbolo que está tan ligado a los gobiernos de los que creemos haber evolucionado. En este contexto, es irrelevante discutir la belleza o viabilidad del proyecto ganador, que el equipo del arquitecto César Pérez Becerril defiende como un esfuerzo dirigido al bien común. Hay que cuestionar el esfuerzo de conmemorar un hecho historico mediante un mecanismo a todas luces caduco.
Lorenzo Rocha

miércoles, 6 de mayo de 2009

jueves, 30 de abril de 2009

MILENIO 30/04/09


EXPERIENCIA

La reciente inauguración de exposición de la “Séptima interpretación de la colección Jumex”, que se llevó a cabo el pasado miércoles en su sede de Ecatepec, sugiere múltiples refelxiones. La curadora invitada, Shamim M. Momin, le dió el sugerente título: “La nada y el ser”, una alusión revertida al título del clásico texto de Jean-Paul Sartre, publicado en 1943. Las consideraciones filosóficas a las que conduce el concepto de la exposición y las obras presentadas en ésta son poliangulares y demasiado extensas para exponerlas en este breve espacio.
El ángulo desde el que observo la cuestion, parte de la idea de la exposición como experiencia. Visitar la Colección/Fundación Jumex comienza a partir de que abordo el transporte que me lleva a través de la metrópolis mexicana, hasta la sede de la colección, durante más de una hora de viaje. La excesiva densidad de la construcción y estímulos visuales y auditivos durante el trayecto, me agobian, pero pueden experimentarse como su extremo opuesto: es como atravesar un territorio vacío. Llegar finalmente al lugar de la exposicion, relaja y agudiza los sentidos y me prepara para apreciar las obras, que en el contexto de la experiencia se perciben como extremadamente minimales y sintéticas.
De tal modo, cobra mucho más fuerza esta séptima lectura de las piezas de la colección, después de atravesar la “nada” encontramos el “ser”. Viéndola desde esta perspectiva, la experiencia de la visita a la sede de Jumex se parece mucho a la experiencia de un viaje a la Fundación Chinati, que se encuentra en el remoto poblado estadounidense de Marfa, Texas. En aquel caso fue necesario viajar varias horas en automóvil a través del desierto para llegar al sitio donde se pueden apreciar las instalaciones permanentes de Donald Judd y otros artistas minmalistas como Dan Flavin. El espectador que viaja a Marfa, al igual que en la visita Ecatepec, está predispuesto a emprender una larga jornada para aisalrse de su contexto habitual y entrar en contacto cercano con la experiencia del arte contemporáneo.
Lorenzo Rocha

jueves, 23 de abril de 2009

MILENIO 23/04/09



PRODUCTOR DE ESPACIO

Con una acción aparentemente sencilla e irreflexiva, Mauricio Alejo, artista mexicano radicado en Nueva York, invita a hacer una profunda reflexión sobre la producción del espacio. En su más reciente exposición “The limits of fiction” (en español: “Los límites de la ficción”), en la galería neoyorquina Ramis Barquet (ver: www.ramisbarquet.com), Alejo mostró un video titulado “Endless sphere” (en español: “Esfera infinita”), la pieza muestra la sencilla acción de poner a girar una moneda de un peso. La acción es sin duda banal, sin embargo el video, que corre constantemente, muestra el giro incesante de la moneda, lo cual la convierte de un circulo plano en una esfera en movimiento. Este es precisamente el mecanismo de producción del espacio: los cuerpos en movimiento. Al poner a girar la moneda, se transforma un objeto bidimensional en otro tridimensional y se incorpora la cuarta diemsión: el tiempo, que es indispensable para la percepción del espacio.
Ralph Rugoff, curador de la exposición, resume en un comentario, el contenido total del trabajo: “Los videos de Alejo presentan de un modo aparentemente llano, imágenes que a través de una acción o intervención simple, se revelan como ilusorias. Sus piezas exploran con audacia la naturaleza del espacio tridimensional donde son producidas y la superficie bidimensional donde son mostradas, así como los espacios mentales e imaginarios que evocan”. Los procesos complejos sólo se pueden aclarar mediante acciones sencillas, lo cual nos remite a la visión nietzcheana de ciencia desde la perspectiva del arte y a la visión del arte desde la perspectiva de la vida misma.
Quizá entonces sea más fácilmente explicable que una de las piezas centrales de la exposición, “Holding on tight” (en español: “Sosteniéndose con fuerza”) esté construida entrelazado, una por una, las páginas de dos libros fundamentales en la presente reflexión: “La poética del espacio” de Gaston Bachelard y “La producción del espacio” de Henri Lefebvre.
Lorenzo Rocha

jueves, 16 de abril de 2009

MILENIO 16/04/09


A LA CALLE

En una sociedad como la actual, dominada por la incomunicación y el egoismo propios de la civilización urbano-industrial, la vida en las calles es fugaz y momentánea, sucede en el breve tiempo que trascurre entre dos lugares “seguros” como la casa y el trabajo. La inseguridad que trasmite la calle no sólo es referente a la vulnerabilidad al crimen y la preservación de nuestra integridad corporal básica, también tiene mucho que ver con factores que van desde el clima hasta la psicología. Fuera de casa se considera a las personas desconocidas como “extraños”, indignos de nuestra confianza.
En las grandes ciudades la gente sale a la calle, en compañía de la familia o amigos, pero fuera de este minúsculo círculo íntimo, la gente que está fuera de casa, dentro de una gran multitud de personas en la plaza o parque, en realidad se encuentra sola. Es por estas razones que en ocasiones se agradecen las iniciativas que buscan dotar al espacio de la calle de ciertas características habitables que puedan propiciar un ambiente más comunitario que el de la acostumbrada sociedad. Tal es el caso del colectivo madrileño Ecosistema urbano (www.ecosistemaurbano.org),o la asociación cultural de la céntrica calle 2 de mayo, en Bilbao; ambos grupos comprometidos con un replanteamiento de la relación entre espacio público y privado Un modesto ejemplo de apropiación de la calle es la interesante propuesta de intervención de los arquitectos bilbaínos Kahle-Oiza-Arauzo (Fernando Oiza, Michel Arauzo y Enrique Kahle), titulada “Éter”, una nube etérea compuesta por estructuras inflables con la que se podría cubrir una calle entera para su uso como espacio social. La intervención, responde al reciente concurso de ideas titulado “Arquitecturas efímeras” (www.arquitecturasefimeras.com) y aunque no fué ganadora del primer premio, “Éter” mereció una especial mención por su calidad poética que fué conseguida con gran economía de materiales.
Lorenzo Rocha

lunes, 13 de abril de 2009

TEMPLO DE APOLO




ESTA ES UNA REPRESENTACIÓN A ESCALA DEL TEMPLO DE APOLO EPICURIO.
UN ANTIGUO TEMPLO GRIEGO DISEÑADO POR EL ARQUITECTO QUE REALIZÓ EL PARTENÓN Y EL TEMPLO DE EFESO.

SEGÚN LA MITOLOGÍA GRIEGA, APOLO ES EL DIOS DEL SOL Y DE LA SALUD. 
ESTE TEMPLO SE CONSTRUYÓ PARA HACERLE UN RECONOCIMIENTO POR HABER SANADO A LOS HABITANTES DE GRECIA DE LA PESTE DURANTE LAS GUERRAS, A FINES DEL V SIGLO A.C

A PARTIR DE 1987 PERTENECE AL PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO Y HOY EN DÍA SE ENCUENTRA EN UNA MÁS DE SUS TRES RECONSTRUCCIONES PREVIAS.

CUENTA CON LOS TRES TIPOS DE COLUMNAS, PERO SIN BASE. CUARENTA Y DOS COLUMNAS DÓRICAS EN EL EXTERIOR Y CATORCE JÓNICAS EN SU INTERIOR, A SU VEZ QUE UNA CORINTIA. SE ENCUENTRA CONFORMADA POR CUATRO SALAS: EL OPISTHÓDOMOS, EL ADYTON, EL NAOS, LA MÁS SAGRADA, Y LA PRONAOS. SU ORIENTACIÓN ES DIFERENTE DEL RESTO DE LOS TEMPLOS GRIEGOS EDIFICADOS DEBIDO A LA LIMITACIÓN DEL ESPACIO EN BASSAE Y TAMBIÉN PORQUE CON ESTA ORIENTACIÓN NORTE-SUR, LOS RAYOS DEL SOL DE LA MAÑANA PUEDEN PENETRAR EN UNA DE SUS PUERTAS ILUMINANDO LA ESTATUA DE ESTE DIOS DEL SOL GRIEGO. COMÚNMENTE LOS TEMPLOS SE ENCUENTRAN ORIENTADOS EN UNA RELACIÓN ESTE-OESTE.

CABE DESTACAR QUE ENTRANDO DE LADO DERECHO SE ENCONTRABAN GRABADOS DE CÁNTICOS MELODIOSOS QUE ERAN ENTONADOS POR COROS DE TREINTA NIÑOS Y CINCUENTA CORISTAS ADULTOS QUE A SU VEZ ERAN ACOMPAÑADOS POR FLAUTAS Y CITARAS. ÉSTOS ERAN HIMNOS DEDICADOS AL DIOS APOLO.

LAMENTABLEMENTE HOY EN DÍA SOLO QUEDAN TRES ESCALONES Y CINCO PILARES DÓRICOS. FUE TERRIBLEMENTE DESTRUIDO POR UN TERREMOTO, POR LA LLUVIA ÁCIDA QUE TERMINÓ CON EL MÁRMOL, POR UN SINNÚMERO DE GUERRAS MÉDICAS Y BÁRBARAS, ASÍ COMO POR EL DESGASTE DEL TIEMPO. LOS MATERIALES NO ERAN LO SUFICIENTEMENTE RESISTENTES E INCLUSO ERAN POROSOS.

PERO HE AQUÍ UNA RECONSTRUCCIÓN A ESCALA 1:100 DE MEDIDAS 60 CM POR 24CM HECHO DE CARTÓN BATERÍA, FOAMBOARD O MAMPARA Y PAPEL CORRUGADO.

jueves, 9 de abril de 2009

MILENIO 09/04/09


INVESTIDURAS INSTITUCIONALES

El pasado 24 de marzo fué presentado en el Palacio de Bellas Artes, el catálogo “Investiduras Institucionales” del colectivo Tercerunquinto. El libro, coeditado por el Museo de Arte Carrilo Gil y el programa Tierra Adentro de Conaculta, es un objeto de arte en sí mismo. Se trata de una pequeña caja con seis ficheros y un desplegado que contienen seis proyectos documentados por el colectivo formado por los artistas Rolando Flores, Gabriel Cázares y Julio Castro. Los textos también constituyen una aportación importante de los críticos Cuauhtémoc Medina, Edurado Abaroa y Taiyana Pimentel. Llama la atención la traducción del título del libro en inglés “Institutional Empowerments”, que da un cierto matíz diferente al incorporar el concepto del poder al término investidura que de otro modo suena más a una cuestión protocolaria. Precisamente es la componente política la que destaca especialmente en uno de los trabajos presentados por el grupo de artistas: “Desmantelamiento y reinstalación del escudo nacional”, Centro Cultural Universitario Tlatelolco, 2008. Con varios días de antelación al 2 de octubre, un equipo de especialistas trabajó en el desmontaje de seis losas de marmol de uno de los flancos del edificio de la antigua cancillería mexicana. Este conjunto de losas labradas en alto relieve contenían el emblema del Escudo Nacional. Según las palabras de los propios artistas: “La idea consistió en que sólo para el dia 2 de octubre, y en el marco de la conmemoración de la matanza estudiantil del año 1968, esta forma de representación del Estado estuviera premeditadamente ausente.” El dia 3 de octubre se prosiguió con la reinstalación de las losas que contienen el emblema nacional. En esta pieza observamos el tratamiento que Tercerunquinto da a un símbolo patrio. Al retirarlo durante el cuadragésimo aniversario de un acto de violencia estatal, está implícita una tergiversación del significado del Escudo Nacional. Primero porque el edificio ha perdido su carácter oficial al haber sido transformado en un centro cultural autónomo y finalmente porque ya no es el gobierno, sino un colectivo que pertenece a la sociedad civil, quien simbólicamente realiza el acto de investidura, al volver a colocar el escudo en su sitio.
Lorenzo Rocha

lunes, 6 de abril de 2009

Tercer lugar [grupo 103]

A este corto, que quedó en tercer lugar en votos le otorgamos el premio del público del grupo 103 centro:
Phantom Agony dirigido por Livier

Segundo lugar [grupo 103]

A este corto, que quedó en segundo lugar en votos le otorgamos el premio de la crítica del grupo 103 centro:
Director: Tomás

Premio [grupo 103]

El corto con más votos de la academia cinematográfica del grupo 103 centro, fué:
Hojas de Marzo, dirigida por Anaís

jueves, 2 de abril de 2009

MILENIO 02/04/09


IRREGULAR

“Las siguientes imágenes muestran escenarios reales. Los sujetos fotografiados están representándose a sí mismos. Cualquier semejanza con la realidad no es una coincidencia”. Este epígrafe podría muy bien aplicarse al trabajo fotográfico de Ingrid Hernández, si no fuera porque en sus imágenes no aparecen personas, sólo construcciones informales y objetos domésticos. La artista y socióloga, nacida en Tijuana, afirma que en su trabajo, la ausencia de la figura humana responde a su intención de que sean los propios observadores quienes construyan en su mente la personalidad y fisionomía de los habitantes de los espacios mostrados. Fernando Leal escribió en 1935, las siguientes palabras sobre la obra de Manuel Álvarez Bravo, que también se ajustan al contenido del trabajo de Hernández: “Personajes que habitan en un claroscuro donde se desvanecen y se convierten en fantasmas [...] los objetos inanimados se convierten en espectros”. Según la propia autora, para ella es imposible separar su visión sociológica de su interés estético, ésta unidad se verifica en su trabajo, no sólo porque son dos partes inherentes a su persona, sino porque son inseparables en la tradición fotográfica mexicana. Su libro “Irregular”, que recientemente se presentó en el Palacio de Bellas Artes, fué editado por el programa Tierra Adentro de Conaculta y el Cecut. La edición consta de 40 fotografías tomadas entre 2004 y 2008, en interiores y exteriores de viviendas ubicadas dentro de asentamientos irregulares en Tijuana y Bogotá.
En el ensayo que presenta el trabajo, el productor visual Alejandro Navarrete menciona el libro “Ricas y famosas” en cuanto a su componente de crítica social, como un ejemplo de una visión opuesta a “Irregular”, aludiendo al primero como un trabajo de carácter fugaz. Curiosamente, tanto el epígrafe de marras como la cita del texto de Leal, fueron tomadas del libro de Daniela Rossell, si “Irregular” hubiera tenido intención alguna de contrastar con el contenido de “Ricas y famosas”, entonces quizá se hubiera tenido que llamar “Pobres y anónimos”.
Lorenzo Rocha

jueves, 26 de marzo de 2009

MILENIO 26/03/09


PLAZA DE LOS NIÑOS

Las condiciones de la marginación urbana se manifiestan principalmente en la carencia de vivienda, la gente que duerme en la calle o las plazas es vulnerable a las demás penas que conlleva la falta de techo. Tal es el caso de los más de 50 jóvenes que pernoctan en la Plaza Zarco, en la colonia Guerrero. Estas personas están expuestas a muchos males sociales como el consumo de drogas, la delincuencia y la prostitución, lo cual les provoca un alto degrado humano y muy frecuentemente incluso la muerte. Para algunos de ellos las condiciones han cambiado desde hace seis años, cuando la artista Claudia Fernández comenzó un progama de enseñanza de artes y oficios que lleva el título de Meteoro. Con una generosa donación de otro artista, Francis Alÿs y el apoyo del Laboratorio de Arte Alameda, Fernández ha contribuido a la educación y atención de los jóvenes con las cuales muchos han dejado la calle. Utilizando materiales de desecho y reciclaje, los profesores del último año y medio de trabajo han conseguido enseñar a los niños y niñas a producir objetos extraordinarios usando cosas tan sencillas como botellas de plástico, partes de latas de aluminio o corbatas viejas. Todos estos objetos fueron expuestos en el Museo Tamayo, y dentro de la muestra se podían hacer donativos a tan encomiable iniciativa. La muestra se títuló: “Cosas de casa por gente sin casa”, su ironía indudablemente subraya la gran injusticia de nuestro sistema social y económico; reafirmando simultáneamente la necesidad de que, quienes no nos encontramos en una situación de indigencia, actuemos sin pretextos para el equilibrio social. En los meses más recientes muchos de los alumnos del proyecto Meteoro han dejado de asistir a la escuela dado que la prostitución en la zona ha aumentado y se han mudado a hoteles donde se drogan y prostituyen. Nos unimos al llamado a que las autoridades del gobierno del Distrito Federal intervengan en esta situación y contribuyan a que los jóvenes de la Plaza Zarco retomen su educación, única herramienta para romper con su “ciclo de vida en la calle”.
Lorenzo Rocha

jueves, 19 de marzo de 2009

MILENIO 19/03/09


ANESTÉSICO

La mayoría de las definiciones historicas de la estética mencionan a dicha ciencia filosófica como la encargada de la percepción de la belleza, pero son menos las que aducen a su raíz etimológica, que literalmente se refiere a aquello que se percibe mediante los sentidos. En un mundo dominado por las imágenes, vivimos materialmente bajo anestesia, que equivale a estar privados de sensaciones. Las fotografías y los textos que leemos diariamente, no excluyo la presente nota, tienen la intención de describir experiencias de espacios, pero solamente a través de la vista. Nuestro medio como críticos, es eminentemente discursivo, y se complementa con la fotografía la cual tiene otra capacidad sensorial: la sinestesia. Ésta consiste en la transferencia de sensaciones de una modalidad a otra con ayuda de la memoria. Así es como, al ver una imagen de la naturaleza, podemos recordar sus aromas, texturas e incluso sabores, remitiéndonos a nuestras experiencias anteriores. Hablamos con mucha naturalidad de la frescura que evoca el color verde, o la calidez del rojo, sin embargo, los colores no tienen tempreratura real, se trata sólo de una asociación abstracta entre dos experiencias sensoriales, la vista y el tacto se confunden. Por estas y otras muchas razones, no debemos conformarnos sólo con experiencias visuales, es indispensable la experiencia total de los espacios, arquitectónicos y naturales, únicamente nuestro cuerpo entero es capaz de percibir el espacio, de otro modo, permaneceremos siempre anestesiados. Muy distinto es el caso que se verifica cuando penetramos en un invernadero como el del jardín botánico de la UNAM en la Ciudad Universitaria, de un momento al otro, la humedad y el calor aumentan y los aromas de las plantas tropicales nos inundan, súbitamente nos encontramos rodeados de orquídeas, bromelias, céibas y tabachines, es como un momentaneo viaje a la jungla huasteca.
Lorenzo Rocha

jueves, 12 de marzo de 2009

MILENIO 12/03/09


PLAZA INDEPENDIENTE

En la parte vieja de Bilbao hay una calle que se llama Iturburu, el nombre de la calle se traduce de la lengua vasca como: fuente, manatial u orígen, y efectivamente, solía haber un manatial en lo alto de la cuesta de Iturburu que se ha desviado hacia los mantos acuíferos subterráneos que ahora corren por debajo de la calle, esto es parte de la sabiduría popular local. En lo alto de la calle hay una pequeña plaza en estado de abandono, ahí la Oficina de Transformación Urbana (www.officeforurbantransformation.org) ha comenzado a trabajar sobre la idea de espacio público desde hace un año. Las acciones que se han llevado a cabo apuntan hacia la provisión de una identidad más sólida de la plaza, lo cual pueda servir para asegurar su futuro como espacio público, cuestión de gran importancia para el barrio, donde los espacios abiertos son escasos. La primera acción consistió en pintar un muro que limita la plaza hacia la calle, al pintar este muro de verde comenzó a crecer el interés de los moradores de la plaza. El segundo paso fué buscar la colaboración de los jóvenes que frecuentan la plaza y de artistas de la Fundación Bilbao Arte para decorar el muro de fondo, su diseño en forma de barras responde a que cada participante donó una pequeña cantidad de pintura, de la cual deriva el ancho de cada banda cromática, lo mismo se hizo para el caso de los faroles. Estas acciones tuvieron la intención de reforzar una red social dentro del espacio público y fomentar las acciónes autogestionadas de mantenimiento y limpieza. El tercer paso fué indagar el nombre común con el que los habitantes llaman a este espacio. La mayoría de las personas que lo frecuentan, lo llaman “Cantarranas”, por esto la última acción fue pintar el nombre sobre el muro e instituir el 18 de septiembre como día de la fiestas de independencia de la plaza. Con estas tres acciones se dió un primer paso hacia la afirmación de la identidad del lugar, factor crucial a utilizar como defensa de una eventual apropiación y cierre de este (o cualquier otro) espacio público.
Lorenzo Rocha

jueves, 5 de marzo de 2009

MILENIO 05/03/09


HUMANISMO EN ARQUITECTURA

La dimensión humanista de la arquitectura es sin duda, su componente ética, aquella que expresa mediante la forma construida, los valores y aspiraciones de la sociedad en el tiempo y lugar donde tiene su origen. Dicha dimensión ética, que es también humana, es fácil percibirla en la tipología habitacional del movimiento moderno. Las casas modernistas expresan, algunas con mayor contundencia que otras, una cierta capacidad redentora. Como si los edificios pudieran por sí solos salvar a las ciudades y darle sentido a la convivencia de sus habitantes. La casa es indiscutiblemente una de las principales instituciones humanas, define al hombre cívico y a la vez margina a todo aquel que carece de techo. De este modo, se podría asumir que, a pesar de que constantemente se construyen millones de viviendas, cada vez que se construye una, ésta podría ser la primera casa de toda la historia. Louis Kahn, el arquitecto norteamericano de origen ruso, decía a sus alumnos: “La arquitectura en realidad no existe, tan sólo existe la obra de arquitectura”. En el siglo XX y en lo que va del XXI se vuelve cada vez más evidente una aproximación entre el arte y la vida diaria, lo cual ha añadido una componente estética a la cotidianeidad. De cualquier manera seguirá por mucho tiempo abierto el dilema de la subordinación del habitante al espacio en el que habita. ¿Es el arquitecto responsable del comportamiento antisocial de muchos habitantes de conjuntos multifamiliares? ¿Llegará la casa moderna a convertirse en el espacio para la consecución del acto humano perfecto? Quizá nadie sea capaz de responder a estas preguntas con palabras, pero ciertamente el arquitecto portugués Álvaro Siza pudo dar una respuesta a la última pregunta en forma construida cuando concluyó en el año de 2003 la casa Van Middelem-Dupont en el poblado rural de Oldenburg, Bélgica. Esta casa rural reformada está anexada a una galería de arte y sus habitantes viven y trabajan en un ambiente remoto, casi utópico, en el cual la arquitectura juega un papel casi determinante.
Lorenzo Rocha