jueves, 9 de abril de 2009

MILENIO 09/04/09


INVESTIDURAS INSTITUCIONALES

El pasado 24 de marzo fué presentado en el Palacio de Bellas Artes, el catálogo “Investiduras Institucionales” del colectivo Tercerunquinto. El libro, coeditado por el Museo de Arte Carrilo Gil y el programa Tierra Adentro de Conaculta, es un objeto de arte en sí mismo. Se trata de una pequeña caja con seis ficheros y un desplegado que contienen seis proyectos documentados por el colectivo formado por los artistas Rolando Flores, Gabriel Cázares y Julio Castro. Los textos también constituyen una aportación importante de los críticos Cuauhtémoc Medina, Edurado Abaroa y Taiyana Pimentel. Llama la atención la traducción del título del libro en inglés “Institutional Empowerments”, que da un cierto matíz diferente al incorporar el concepto del poder al término investidura que de otro modo suena más a una cuestión protocolaria. Precisamente es la componente política la que destaca especialmente en uno de los trabajos presentados por el grupo de artistas: “Desmantelamiento y reinstalación del escudo nacional”, Centro Cultural Universitario Tlatelolco, 2008. Con varios días de antelación al 2 de octubre, un equipo de especialistas trabajó en el desmontaje de seis losas de marmol de uno de los flancos del edificio de la antigua cancillería mexicana. Este conjunto de losas labradas en alto relieve contenían el emblema del Escudo Nacional. Según las palabras de los propios artistas: “La idea consistió en que sólo para el dia 2 de octubre, y en el marco de la conmemoración de la matanza estudiantil del año 1968, esta forma de representación del Estado estuviera premeditadamente ausente.” El dia 3 de octubre se prosiguió con la reinstalación de las losas que contienen el emblema nacional. En esta pieza observamos el tratamiento que Tercerunquinto da a un símbolo patrio. Al retirarlo durante el cuadragésimo aniversario de un acto de violencia estatal, está implícita una tergiversación del significado del Escudo Nacional. Primero porque el edificio ha perdido su carácter oficial al haber sido transformado en un centro cultural autónomo y finalmente porque ya no es el gobierno, sino un colectivo que pertenece a la sociedad civil, quien simbólicamente realiza el acto de investidura, al volver a colocar el escudo en su sitio.
Lorenzo Rocha

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